¿Qué sucede cuando una persona que suele ser líder en el ámbito de su grupo social debe convivir con otros que lo son en otras regiones del mundo? Generalmente suelen producirse choques de personalidades o diferencias en la manera de encarar un proyecto o resolver un problema. Sin embargo, esa situación puede modificarse diametralmente. "Muchas veces puede resultar difícil demostrar liderazgo entre líderes. Pero -si se despojan de algunos prejuicios- es posible que esos líderes trabajen en equipo y complementen sus fortalezas", señala a LA GACETA Felicitas de Zavalía Stordeur. Esta joven graduada en Abogacía en la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (Unsta) fue seleccionada -en 2010- para la beca para el Fortalecimiento de la Función Pública en Latinoamérica, que otorga la Fundación Botín.
Felicitas comenta que esa experiencia le ha servido también para tejer redes de contacto con otros líderes de América latina, a través de la preservación de un espacio de voluntariado, una de las facetas que hoy miran con atención los selectores de personal.
Ese voluntariado es un activo que, en muchos casos, suple a la experiencia que las organizaciones reclaman al contratar empleados y profesionales. "Estamos convencidos que, mediante el trabajo en equipo de personas con potencial de liderazgo, todos somos importantes dentro de un proyecto", puntualiza, por su parte, Juan José Romano Blanco (Ciencias Políticas), que el año pasado fue uno de los becados por Tucumán.
Este año, por tercera temporada consecutiva, la Unsta enviará a otros de sus alumnos seleccionados para la Beca Botín (se otorga a jóvenes de entre 19 y 22 años). Se trata de Matías Paz (Ingeniería Industrial), que ha pasado la prueba para iniciar una experiencia de estudio y formación durante poco más de dos meses en universidades de Estados Unidos, España y Bélgica. "La expectativa es grande y esta es una gran oportunidad para potenciar el liderazgo", dice. Eduardo Ricobelli, director general de Relaciones Institucionales de la Unsta, destaca que estos jóvenes fueron seleccionados entre 2.000 inscriptos para la beca de 300 universidades -públicas y privada- latinoamericanas. Todos los años, la fundación elige a un grupo de 40 alumnos que se perfeccionan en servicios públicos y comparten experiencias con sus pares de la región. "Les ayuda a tener otra perspectiva del mundo y les afianza el espíritu emprendedor", acota.